
24 Nov Émora | HOMENAJE A LOS SANITARIOS EN LA LUCHA CONTRA COVID19 – Experiencia Enfermera Laura Rodríguez, por Émora Psicólogos en Madrid (Barajas, Alameda de Osuna)
–
Los psicólogos y psicólogas de Émora, con el fin de aportar nuestro granito de arena también como profesionales sanitarios, queremos aprovechar esta entrada del Blog #RegálatePsicología, para homenajear y agradecer a todos los colectivos sanitarios por cuidarnos durante esta crisis sanitaria y por seguir cuidándonos con todas vuestras fuerzas. Queremos mostraros nuestro respeto, comprensión y gratitud.
Hoy, nuestros aplausos en forma de palabras van dedicados a todos vosotros/as…
–
Desde Émora Psicólogos en Madrid conocemos la experiencia de una sanitaria
–
Buenas, soy Laura Rodríguez, tengo 27 años, vivo con mi pareja y mi perrita en Madrid. Soy enfermera por vocación, me encanta el trato con el paciente y el hecho de poder ayudarlos cada día.
Te adelanto que no ha sido fácil llegar hasta donde estoy ahora. Tampoco está siendo fácil en la actualidad. A continuación, te cuento el porqué.
Cuando terminé la carrera, debido a la imposibilidad de encontrar trabajo en España, tuve que emigrar a Reino Unido para poder trabajar. Estuve varios años viviendo en Londres ejerciendo de lo que más me gustaba, pero fue muy duro estar tanto tiempo y tan lejos de mis familiares y amigos.
Tras varios años de experiencia como enfermera, decidí buscar trabajo aquí en España. Por suerte pronto encontré trabajo como enfermera en Madrid.
–

–
«Gracias a Émora Psicólogos en Madrid puedo contar mi experiencia como sanitaria»
–
Actualmente estoy trabajando en un Centro de Salud de la Comunidad de Madrid y me ha tocado vivir en mis propias carnes la temible situación provocada por la pandemia mundial por coronavirus.
Para contarte mi historia personal y profesional relacionada con el COVID-19, me gustaría remontarme a los inicios.
Aproximadamente sobre Febrero de este año 2020, comenzaron a aparecer los primeros indicios de la enfermedad. En ese momento yo ya me empecé a preparar, temía que íbamos a vivir una situación complicada.
De hecho, cuando hablaba con compañeras veteranas sobre esta cuestión, me intentaban tranquilizar y me decían “cariño, nosotras ya hemos vivido muchas crisis sanitarias: gripe A, ébola… ya verás como no será nada y pasa pronto”
Ojalá sus palabras hubiesen resultado ciertas. Poco a poco nos dimos cuenta de que esta vez se trataba de un problema diferente.
Recuerdo que al inicio sentíamos mucho miedo y el nivel de incertidumbre era máximo. Cada día las instrucciones que nos daban eran confusas, los EPIS (Equipos de Protección Individual) tardaron demasiado en llegar y los pacientes también estaban muy asustados. Los medios de comunicación nos bombardeaban de información, a veces nos confundían y otras nos ocultaban algunas cuestiones importantes. Fue un momento de caos.
Pronto se decidieron suspender las consultas. Nos pondríamos en contacto con todos y cada uno de los pacientes a través de llamadas telefónicas.
Recuerdo el inicio de todo esto. Cada día cogía el coche y me dirigía a mi lugar de trabajo rodeada de los servicios públicos imprescindibles: policías, ambulancias, UME, servicio de limpieza… Estaba muy sorprendida de cómo había cambiado todo de la noche a la mañana.
También recuerdo los aplausos recibidos por parte de la población cada día a las 8 de la tarde, este hecho era muy emotivo para mí. Se trataba de un pequeño empujón que nos ayudaba a seguir con fuerzas. Tenía la sensación de que todos necesitábamos ayuda, y podía sentir que en ese momento todos luchábamos por un objetivo común: “sobrevivir al bicho”. Es de agradecer este pequeño pero gran gesto que hizo la población durante esos meses.
Por desgracia no todos tuvieron la misma suerte que tenemos hoy tú y yo. Yo puedo escribirte esto para contarte mi experiencia con el COVID y tú puedes leerme allá donde estés. Siento rabia y tristeza por todos aquellos que no pudieron o que aún no pueden luchar contra esta enfermedad. Si tú has sido una víctima más porque has perdido a un ser querido, te aporto todas mis condolencias y te mando todas las fuerzas del mundo para seguir adelante.
Es doloroso pensar en todo aquello que ha estado sucediendo. Realmente, y aunque he pasado por algunos momentos bastante duros, a veces me planteo que yo no tengo motivos para la queja, pues no me puedo ni imaginar el sufrimiento que han podido pasar todas aquellas familias y profesionales sanitarios que han sufrido notablemente las consecuencias de este virus.
Respecto a la desescalada, desde mi punto de vista algunas personas se empezaron a relajar. Había personas que no realizaron correctamente la desescalada, y los sanitarios pudimos observar ciertos comportamientos. Los nervios estaban a flor de piel, los pacientes exigían algo más que de costumbre y de forma general no queríamos aceptar la situación en la que nos encontrábamos. Es como si las personas no quisieran aceptar de que realmente ahora nuestro modo de vida iba a ser sustancialmente diferente.
Al Centro de Salud donde trabajo, acudieron algunas personas con dolencias graves que querían ser atendidas en el propio centro por miedo al contagio en grandes hospitales. Pero nosotros no teníamos los medios para poder atenderlos (pruebas diagnósticas, rayos X, resonancias magnéticas, etc.) y nos veíamos obligados a derivar al hospital. Recuerdo que en esos casos sentíamos un enorme malestar y decepción, pues las personas pagaban su sufrimiento con los sanitarios, pero realmente nosotros no podíamos hacer más de lo que estábamos haciendo.
–

–
Por el contrario, recuerdo también cuando teníamos que ir de manera individual a realizar visitas a domicilio con un Protocolo estricto de medidas (EPI completo con mono incluido). Hubo taxistas que se ofrecieron de forma voluntaria a llevarnos de vuelta al Centro de Salud, incluso policías que nos realizaban controles y nos agradecían de corazón por nuestro trabajo. Esos gestos de humanidad no los olvidaré nunca, y doy las gracias por ello.
En cambio, cuando salía de trabajar, debo confesarte que pasé por una temporada en la que me enfadaba mucho con las personas que no cumplían las normas: no se ponían la mascarilla o se la colocaban de manera incorrecta, se reunían grandes grupos de personas… Esto me causaba mucho sufrimiento, pues denotaba cierto egoísmo en su actitud. Realmente considero que era y es responsabilidad de todos que esta situación vaya a mejor.
Actualmente me estoy planteando acudir a un Psicólogo en Madrid u online, pues presento algunos problemas relacionados con la ansiedad. Como te he dicho anteriormente, si no he acudido antes es porque considero que no tengo suficientes motivos para quejarme, pero supongo que realmente lo que importa es que pueda encontrarme mejor con todo esto que hemos vivido, pues creo que durante todo este tiempo hemos estado desbordados, nerviosos y hemos sentido mucho miedo.
–
«Es necesario que nos cuidemos y mejoremos nuestra salud psicológica»
–
Reconozco que, aunque el número de casos haya disminuido en la actualidad, aún tengo mucho miedo de poder contagiar a mis familiares. Siempre pienso en la posibilidad de poder contagiárselo por ejemplo a mi abuela, y eso me da pánico, porque realmente, debido a mi profesión como enfermera, me encuentro muy expuesta al virus.
Por otro lado, no quiero ni imaginarme cómo habría sido todo esto si llego a estar aún en Londres, todo habría resultado mucho más complicado. Estando en Madrid al menos podía ver a mis familiares desde una ventana, y el simple hecho de saber que están cerca ayuda mucho.
Me gustaría terminar esta oportunidad de contar mi experiencia agradeciendo de corazón a todas aquellas personas que están siendo responsables. También me gustaría pedir por favor que, si no lo estás siendo hasta ahora, puedas cambiar tu manera de comportarte por el bien común.
Acabar con el “bicho” es cosa de todos, seamos responsables por favor.
Además, me gustaría dar las gracias al colectivo de sanitarios y sanitarias, en especial a mis compis del Centro de Salud, pues a pesar de que muchos de nosotros nos hayamos incluso llegado a plantear acabar con el contrato (abusivo en demasiados casos, algo por lo que hay que luchar actualmente), tengo claro que nuestra función es imprescindible, así que os agradezco todo lo que habéis hecho y lo que seguís haciendo cada día. Os dejo también un testimonio expuesto en el periódico ABC, donde una mujer embarazada que dio positivo en COVID tuvo que dar a luz y estuvo más de 15 días sin poder conocer a su preciosa bebé; ella agradece el trato recibido por una de mis compañeras (Carmen) y me parece digno de compartir.
Y por supuesto agradecer a todas aquellas personas que estuvieron y están al pie de cañón trabajando y ayudándonos a todos: Psicólogos, bomberos, policías, ambulancias, correos y repartidores, maestros, administrativos, personal de supermercados, personal de limpieza… y un largo etcétera… Muchísimas gracias a todos por vuestra labor y dedicación.
Por último, muchas gracias a Émora Psicólogos en Madrid por compartir mi experiencia.
Cuidaos muchísimo, un abrazo fuerte.
– Laura Rodríguez, enfermera ejerciente en la Comunidad de Madrid.
–

–
–
* Si te apetece escuchar el Podcast donde hablamos con la Psicóloga Rocío Castaño sobre los hábitos saludables, puedes hacer click a continuación:
–
Diciembre 2020
Émora Psicólogos para Jóvenes, Adultos y Familias en Madrid (Canillejas, Rejas, Plenilunio).
Calle Aramayona, 3 – 28022 Madrid
Teléfono: 672 79 94 03
–
–
– Escrito por Alicia Jiménez, Psicóloga del Equipo de Émora. Testimonio: Enfermera Laura Rodríguez.
–
–
En nuestro Blog de Psicología (#RegálatePsicología) y en nuestras redes sociales, cada día compartimos contenido psicológico que puede interesarte. Te animamos a seguir nuestras cuentas:
–